Los médicos rara vez pueden explicar por qué una persona padece cáncer y otra no. Pero la investigación indica que ciertos factores de riesgo aumentan las probabilidades de que una persona padezca de cáncer.
Estos son los factores de riesgo más comunes asociados con el cáncer:
- Envejecimiento
- Tabaco
- Rayos del sol
- Radiación ionizante
- Ciertos productos químicos y otras sustancias
- Algunos virus y bacterias
- Ciertas hormonas
- Antecedentes familiares de cáncer
- Alcohol
- Dieta deficiente, falta de actividad física o tener sobrepeso
Muchos de estos factores de riesgo pueden evitarse. Otros, como los antecedentes familiares, no pueden evitarse. Las personas pueden protegerse a sí mismas si se mantienen alejadas, siempre que sea posible, de los factores de riesgo conocidos.
Si usted piensa que puede tener riesgo de padecer cáncer, debe hablar de esta preocupación con su médico. Tal vez usted querrá preguntar cómo reducir su riesgo y hacer un plan de exámenes.
Con el tiempo, varios factores pueden actuar juntos para hacer que células normales se conviertan en cancerosas. Cuando piense sobre su riesgo de padecer cáncer, éstas son algunas de las cosas que debe considerar:
- No todo causa cáncer
- El cáncer no es causado por una lesión o por un golpe o magulladura
- El cáncer no es contagioso. Aunque la infección causada por ciertos virus o bacterias puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, a nadie se le “pega” el cáncer de otra persona
- El tener uno o más factores de riesgo no significa que usted padecerá cáncer. La mayoría de la gente que tiene factores de riesgo nunca padece cáncer
- Algunas personas son más sensibles que otras a los factores de riesgo conocidos
Las secciones a continuación contienen información detallada sobre los factores de riesgo más comunes asociados con el cáncer.
Envejecimiento
El factor de riesgo más importante del cáncer es el envejecimiento. La mayoría de los cánceres ocurren en las personas después de los 65 años de edad. Aunque personas de todas las edades, incluyendo los niños, pueden padecer cáncer también.
Tabaco
El consumo de tabaco es la causa de muerte que más se puede prevenir. El consumo de productos de tabaco o estar expuesto de manera regular al humo de tabaco (humo en el ambiente o de segunda mano) aumenta el riesgo de padecer cáncer.
Los fumadores tienen mayor probabilidad que quienes no fuman de padecer cáncer de pulmón, laringe, boca, esófago, vejiga, riñón, garganta, estómago, páncreas, de cuello uterino o cérvix.
También tienen más probabilidad de padecer leucemia mieloide aguda (cáncer que comienza en las células de la sangres).
Las personas que mascan o aspiran tabaco tienen mayor riesgo de padecer cáncer de boca.
Rayos del sol
La radiación ultravioleta (UV) proviene del sol y de las lámparas y camas solares; causa envejecimiento prematuro de la piel y daños en la piel que pueden resultar en cáncer.
Radiación ionizante
La radiación ionizante puede causar daños celulares que resultan en cáncer. Este tipo de radiación proviene de rayos que penetran la atmósfera terrestre desde el espacio, de una lluvia radioactiva, del gas radón, de los rayos X y de otras fuentes.
La lluvia radioactiva puede originarse en accidentes en plantas nucleares de energía o de la producción, prueba o uso de armas atómicas. La gente expuesta a la precipitación puede tener mayor riesgo de cáncer, especialmente de leucemia y cáncer de tiroides, seno, pulmón y estómago.
Radón es un gas radioactivo que no se ve, no huele, ni tiene sabor. Se forma en el suelo y en las rocas. Las personas que trabajan en las minas pueden estar expuestas al radón. En algunos lugares del país, hay radón en las casas. Las personas expuestas al radón tienen mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón.
Algunos procedimientos médicos son una fuente común de radiación:
- Los doctores usan radiación (rayos X de baja dosis) para obtener imágenes del interior del cuerpo. Estas imágenes ayudan a diagnosticar fracturas de huesos y otros problemas.
- Los doctores usan la radioterapia (altas dosis de radiación que proviene de máquinas grandes o de sustancias radioactivas) para tratar el cáncer.
El riesgo de cáncer por exposición a rayos X de baja dosis es muy pequeño. El riesgo por la radioterapia es un poco mayor. En ambos casos, el beneficio es casi siempre mayor que el pequeño riesgo que implica el tratamiento.
Ciertos productos químicos y otras sustancias
Algunas personas tienen un riesgo mayor de cáncer debido al trabajo que realizan (pintores, trabajadores de la construcción, trabajadores de la industria química).
Muchos estudios han demostrado que la exposición al asbesto, benceno, bencidina, cadmio, níquel y cloruro de vinilo en el trabajo puede causar cáncer. Siga las instrucciones y consejos de seguridad para evitar o reducir el contacto con sustancias dañinas tanto en el trabajo como en el hogar. Si bien el riesgo es mayor en los trabajadores con años de exposición, tiene sentido tomar precauciones en casa cuando se usan pesticidas, aceite de motor usado, pinturas, solventes y otros productos químicos.
Algunos virus y bacterias
Virus del papiloma humano (VPH)
La infección por VPH es la causa principal de cáncer cervical, es decir, cáncer de cuello uterino . También puede ser un factor de riesgo para otros tipos de cáncer.
Virus de hepatitis B y hepatitis C
El cáncer de hígado puede aparecer después de varios años de infección con hepatitis B o hepatitis C.
Virus de la leucemia de células T humanas tipo 1(HTLV-1)
La infección con el virus de la leucemia de células T humanas tipo 1 aumenta el riesgo de padecer linfoma y leucemia.
Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
El VIH es el virus que causa el SIDA. Las personas que tienen la infección de VIH tienen mayor riesgo de padecer cáncer, como linfoma y un cáncer raro llamado sarcoma de Kaposi.
Virus de Epstein-Barr
La infección del virus de Epstein-Barr ha sido asociada con un mayor riesgo de linfoma.
Herpesvirus humano 8 (HHV8)
Este virus es un factor de riesgo para el sarcoma de Kaposi.
Helicobacter pylori
Esta bacteria puede causar úlceras en el estómago. También puede causar cáncer de estómago y linfoma en el recubrimiento del estómago.
Ciertas hormonas
Los médicos pueden recomendar hormonas (estrógeno solo o estrógeno junto con progesterona) para aliviar algunos problemas (como los bochornos, sofocos y calores, la sequedad vaginal y el adelgazamiento de huesos) que suelen ocurrir durante la menopausia. Sin embargo, algunos estudios muestran que la terapia hormonal en la menopausia puede causar efectos secundarios graves. Las hormonas pueden aumentar el riesgo de cáncer de seno, de ataques cardíacos, derrame cerebral o coágulos sanguíneos.
Las mujeres que tomaron DES durante el embarazo tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Sus hijas tienen un riesgo mayor de padecer un tipo raro de cáncer de cuello uterino. Se están estudiando los posibles efectos en los hijos varones de estas mujeres.
Antecedentes familiares de cáncer
La mayoría de los cánceres aparecen debido a cambios (mutaciones) en los genes. Una célula normal puede convertirse en célula cancerosa después de que ocurren una serie de cambios en los genes. El consumo de tabaco, algunos virus u otros factores relacionados con el estilo de vida de una persona o con el medio ambiente pueden causar estos cambios en algunos tipos de células.
Algunos cambios en los genes que aumentan el riesgo de padecer cáncer pasan de padres a hijos. Estos cambios están presentes en todas las células del cuerpo desde el nacimiento.
Es raro que el cáncer sea hereditario en una familia. Sin embargo, ciertos tipos de cáncer ocurren con más frecuencia en algunas familias que en el resto de la población. Por ejemplo, el melanoma y los cánceres de seno, de ovarios, de próstata y de colon a veces son hereditarios en algunas familias. Si se producen varios casos de un mismo tipo de cáncer en una familia, es posible que estén conectados a cambios genéticos hereditarios, lo cual puede aumentar la posibilidad de padecer cáncer. Sin embargo, es posible que también estén involucrados factores del medio ambiente. La mayoría de las veces, los casos múltiples de cáncer en una familia son simplemente una cuestión de coincidencia.
Alcohol
Tomar más de dos bebidas alcohólicas por día durante varios años puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, esófago, laringe, hígado y seno. El riesgo aumenta con la cantidad de alcohol que se ingiere. Para la mayoría de estos cánceres, el riesgo es aún mayor si la persona también fuma
Dieta deficiente, falta de actividad física o sobrepeso
Las personas que tienen una dieta inadecuada, que no tienen suficiente actividad física o que están excedidas de peso pueden tener un mayor riesgo de padecer varios tipos de cáncer. Por ejemplo, estudios sugieren que las personas que comen una dieta rica en grasas tienen mayor riesgo de padecer cáncer de colon, de útero y de próstata. La falta de actividad física y el exceso de peso son factores de riesgo para padecer cáncer de seno, colon, esófago, riñón y útero.
Llevar una dieta saludable, tener actividad física y mantener un peso saludable pueden ayudar a disminuir el riesgo de padecer cáncer.
Los médicos sugieren lo siguiente:
Comer bien
Una dieta saludable incluye muchos alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales. Esto incluye pan integral, cereal y de 5 a 9 porciones de frutas y verduras cada día. Una dieta saludable significa también limitar el consumo de alimentos ricos en grasa (como la mantequilla, leche entera, comidas fritas y carnes rojas).
Ser activo y mantener un peso saludable
La actividad física puede ayudarle a bajar de peso y a disminuir la grasa corporal. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que es una buena idea que los adultos realicen actividad física moderada (como caminar rápido) al menos 30 minutos y por lo menos 5 días a la semana.
El contenido en esta sección se ha basado en la información del sitio web www.cancer.gov/espanol del National Cancer Institute (NCI).