Panorama general
El cáncer se origina cuando las células normales de la próstata cambian y se proliferan sin control, y forman una masa denominada tumor. Un tumor puede ser canceroso o benigno. Un tumor canceroso es maligno, lo cual significa que puede diseminarse a otras partes del cuerpo. Un tumor benigno significa que el tumor no se diseminará.
Acerca de la glándula prostática
La próstata es una glándula del tamaño de una nuez que se encuentra detrás de la base del pene del hombre, delante del recto y debajo de la vejiga. Rodea la uretra, un conducto parecido a un tubo que transporta orina y semen a través del pene. La función principal de la próstata es producir líquido seminal, el líquido en el semen que protege, mantiene y ayuda a transportar el esperma.
Tipos de cáncer de próstata
El cáncer de próstata es un tumor maligno que se origina en la glándula prostática. Algunos tipos de cáncer de próstata crecen muy lentamente y pueden no provocar síntomas ni problemas durante años. Sin embargo, la mayoría de las células cancerosas de la próstata producen cantidades excesivas de una proteína denominada antígeno prostático específico (prostate specific antigen, PSA). El PSA también se encuentra en niveles más altos de los normales en hombres con otras afecciones prostáticas diferentes además del cáncer de próstata. Estas afecciones incluyen hiperplasia prostática benigna (benign prostatic hyperplasia, BPH), que es un aumento del tamaño de la próstata, y prostatitis, que es la inflamación o la infección de la próstata. Consulte la sección Factores de riesgo en Prevención para obtener más información.
El cáncer de próstata es algo inusual, en comparación con otros tipos de cáncer, ya que muchos tumores no se diseminan desde la próstata. Con frecuencia, incluso el cáncer de próstata metastásico puede tratarse con éxito, lo que permite que los hombres con cáncer de próstata vivan con buena salud durante varios años. Sin embargo, si el cáncer se disemina a otra parte del cuerpo a través de un proceso denominado metástasis y no puede controlarse bien con tratamiento, puede provocar dolor, fatiga y otros síntomas.
Más del 95 % de los casos de cáncer de próstata son de un tipo denominado adenocarcinomas. Un tipo raro de cáncer de próstata conocido como cáncer neuroendocrino o cáncer anaplásico de células pequeñas tiende a diseminarse más temprano, pero generalmente no produce PSA.
Muchas veces, cuando un hombre desarrolla cáncer de próstata a una edad mucho mayor, es poco probable que provoque síntomas o que acorte su vida, y el tratamiento agresivo puede no ser necesario. Por este motivo, es controversial la detección temprana del cáncer de próstata mediante pruebas de PSA en hombres que no tienen síntomas de la enfermedad.
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Todo el contenido de Cancer.Net™ ha sido elaborado por Cancer.Net Editorial Board y proporcionado a ALIADA bajo licencia de ASCO como una herramienta de educación para el paciente. ALIADA no ha participado en el desarrollo de este contenido. La información incluida y brindada por ASCO no representa una opinión médica ni pretende sustituirla, así como tampoco respalda ningún producto, servicio o empresa. ASCO considera que las decisiones sobre tratamiento deben acordarse entre pacientes y doctores. Los avances en diagnóstico, tratamiento y prevención son constantes. Para más información, visite Cancer.Net (www.cancer.net).
Diagnóstico
Los médicos usan muchas pruebas para diagnosticar el cáncer y averiguar si ha hecho metástasis. Algunas pruebas también pueden determinar qué tratamientos pueden ser los más eficaces. Para la mayoría de los tipos de cáncer, una biopsia es la única forma que permite formular un diagnóstico definitivo de cáncer. Si no se puede realizar una biopsia, el médico puede indicar otras pruebas que ayudarán a formular un diagnóstico, pero esta situación es rara para el cáncer de próstata. Por ejemplo, puede no realizarse una biopsia cuando un paciente tiene otro problema médico que dificulta la realización de la biopsia o cuando una persona tiene un nivel muy alto de PSA y una gammagrafía ósea que indica la presencia de cáncer. Las pruebas por imágenes se pueden usar para averiguar si el cáncer se ha diseminado. Esta lista describe opciones para el diagnóstico de este tipo de cáncer, y no todas las pruebas mencionadas se usarán para todas las personas. Su médico puede considerar estos factores al elegir una prueba de diagnóstico:
- Edad y afección médica
- Tipo de cáncer que se sospecha
- Signos y síntomas
- Resultados de pruebas anteriores
Además de un examen físico, se pueden usar las siguientes pruebas para diagnosticar el cáncer de próstata:
Prueba del PSA
Como se describe en la sección Panorama general y Factores de riesgo y prevención, el PSA es un tipo de proteína liberada por el tejido prostático que se encuentra en niveles más elevados en la sangre del hombre cuando hay actividad anormal en la próstata, incluidos cáncer de próstata, BPH o inflamación de la próstata. Los médicos pueden examinar características del valor de PSA, como el nivel absoluto, el cambio con el transcurso del tiempo y el nivel en relación con el tamaño de la próstata, para decidir si es necesario realizar una biopsia. Además, una versión de la prueba del PSA permite que el médico mida un componente específico, denominado el PSA “libre”, que, en ocasiones, puede ayudar a determinar si un tumor es no canceroso o canceroso.
DRE
Un médico usa esta prueba para encontrar partes anormales de la próstata palpando el área con un dedo. No es muy precisa; por lo tanto, la mayoría de los hombres con cáncer de próstata en etapa inicial tienen un resultado normal de la prueba del DRE. Para obtener más información, consulte la sección Factores de riesgo y prevención.
Si los resultados de la prueba del PSA o del DRE son anormales, las siguientes pruebas pueden confirmar un diagnóstico de cáncer:
Ecografía transrectal (transrectal ultrasound, TRUS)
Un médico inserta una sonda en el recto para tomar una fotografía de la próstata usando las ondas sonoras que rebotan contra la próstata. Este procedimiento se realiza generalmente al mismo tiempo que la biopsia.
Biopsia
Una biopsia es la extirpación de una pequeña cantidad de tejido para su examen con microscopio. Otras pruebas pueden indicar la presencia de cáncer, pero solo una biopsia permite formular un diagnóstico definitivo. A fin de obtener una muestra de tejido, con más frecuencia, el cirujano usa la TRUS y un instrumento para biopsias para extraer fragmentos muy pequeños de tejido prostático. El patólogo analiza la muestra que se extirpó durante la biopsia. Un patólogo es un médico que se especializa en interpretar análisis de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos para diagnosticar enfermedades. Generalmente, un paciente puede realizarse este procedimiento en el hospital o en el consultorio del médico sin necesidad de pasar allí la noche. Se administra al paciente anestesia local con anticipación para entumecer el área, y este, generalmente, recibe antibióticos antes del procedimiento, a fin de prevenir infecciones.
Para determinar si el cáncer se diseminó fuera de la próstata, los médicos pueden realizar las pruebas por imágenes que se indican a continuación. Dado que es poco probable que el cáncer de próstata se haya diseminado, muchas de estas pruebas no se usan cuando el nivel de PSA de un hombre está solo ligeramente elevado.
Gammagrafía ósea
La gammagrafía ósea usa un trazador radiactivo para examinar el interior de los huesos. El trazador se inyecta en una vena del paciente. Se acumula en zonas del hueso y se detecta mediante una cámara especial. Ante la cámara, los huesos sanos aparecen de color gris, y las áreas de lesión, como las provocadas por el cáncer, aparecen de color oscuro.
Exploración por tomografía computarizada (CT o CAT)
Una exploración por tomografía computarizada (CT) crea una imagen tridimensional del interior del cuerpo con un equipo para radiografías. Luego, una computadora combina estas imágenes en una vista detallada de cortes transversales que muestra anomalías o tumores. Una exploración por CT también se puede utilizar para medir el tamaño del tumor. En ocasiones, se administra un tinte especial denominado medio de contraste antes de la exploración, a fin de obtener mejores detalles en la imagen. Este tinte se puede inyectar en una vena del paciente o puede administrarse en forma de líquido para tragar.
Imagen de resonancia magnética (MRI)
Las imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI) usan campos magnéticos, en lugar de radiografías, para producir imágenes detalladas del cuerpo. También se pueden usar las MRI para medir el tamaño del tumor. Se administra un tinte especial denominado medio de contraste antes de la exploración, a fin de crear una imagen más clara. Este tinte se puede inyectar en una vena del paciente o puede administrarse en forma de líquido para tragar.
Después de que se realicen las pruebas de diagnóstico, su médico revisará todos los resultados con usted. Si el diagnóstico es cáncer, estos resultados también ayudarán a que el médico lo describa, lo que se conoce como determinación del estadio.
Signos y síntomas
Con frecuencia, el cáncer de próstata se detecta mediante una prueba del PSA o un DRE en hombres que tienen la enfermedad en etapa inicial y no presentan síntomas ni signos. La sección Factores de riesgo y prevención proporciona información acerca de cómo hacerlo. Si se sospecha la presencia de cáncer de próstata en función de una prueba del PSA o un DRE, se requieren más monitoreos y pruebas para diagnosticar cáncer de próstata. Cuando el cáncer de próstata provoca efectivamente síntomas o signos, generalmente se diagnostica en un estadio posterior. Estos signos y síntomas incluyen:
- Micción frecuente
- Flujo miccional débil o con interrupciones, o la necesidad hacer fuerza para vaciar la vejiga
- Sangre en la orina
- Urgencia de orinar frecuentemente en la noche
- Sangre en el líquido seminal
- Dolor o ardor al orinar, que es mucho menos frecuente
- Molestias al estar sentado, causadas por un aumento del tamaño de la próstata
Otras afecciones no cancerosas provocan estos mismos síntomas. Por ejemplo, los hombres que tienen una afección no cancerosa llamada BPH o aumento de la próstata también tienen estos síntomas. Los síntomas urinarios también pueden ser consecuencia de una infección u otras afecciones. Además, en ocasiones, los hombres con cáncer de próstata no tienen ninguno de estos síntomas.
Si el cáncer se ha diseminado fuera de la glándula prostática, un hombre puede experimentar lo siguiente:
- Dolor en la espalda, las caderas, los muslos, los hombros u otros huesos
- Pérdida de peso sin razón aparente
- Fatiga
Si le preocupan uno o más de los signos o síntomas de esta lista, hable con su médico. Su médico le preguntará desde cuándo y con qué frecuencia ha experimentado el (los) síntoma(s), entre otras preguntas. Esto es para ayudar a averiguar la causa del problema, denominada diagnóstico.
Si se diagnostica cáncer, el alivio de los síntomas sigue siendo un aspecto importante de la atención y del tratamiento del cáncer. Esto también puede denominarse manejo de los síntomas, cuidados paliativos o atención médica de apoyo. Asegúrese de hablar con su equipo de atención de la salud sobre los síntomas que experimenta, incluidos cualquier síntoma nuevo o un cambio en los síntomas.
Estadios y grados
La determinación del estadio es una manera de describir dónde está ubicado el cáncer, si se ha diseminado y hacia dónde, y si ha afectado otras partes del cuerpo. Los médicos utilizan pruebas de diagnóstico para determinar el estadio del cáncer, de manera que la determinación del estadio no se establece hasta que se hayan realizado todas las pruebas. La determinación del estadio del cáncer de próstata también implica el análisis de los resultados de las pruebas para determinar si el cáncer se diseminó desde la próstata a otras partes del cuerpo. El conocimiento del estadio ayuda a los médicos a decidir cuál es el mejor tratamiento y a predecir el pronóstico de un paciente, el cual es la probabilidad de recuperación. Existen distintas descripciones de los estadios para los diferentes tipos de cáncer.
Los tipos de determinación del estadio del cáncer de próstata son dos:
- El estadio clínico se basa en los resultados de las pruebas que se realizan antes de la cirugía, que incluyen DRE, biopsia, radiografías, exploraciones por CT y/o MRI, y gammagrafías óseas. Es posible que las radiografías, las gammagrafías óseas, las exploraciones por CT y las MRI no siempre sean necesarias. Se recomiendan según el nivel de PSA sérico; el tamaño del cáncer, que incluye el grado y el volumen del cáncer, y el estadio clínico del cáncer.
- El estadio patológico se basa en la información que se obtiene durante la cirugía y en los resultados de laboratorio, referidos como patología, del tejido prostático extirpado durante la cirugía. La cirugía, con frecuencia, incluye la extirpación de toda la próstata y de algunos ganglios linfáticos.
Una herramienta que los médicos utilizan para describir el estadio es el sistema TNM. TNM es la abreviatura en inglés de tumor (T), ganglio (node, N) y metástasis (M). Los médicos examinan estos tres factores para determinar el estadio del cáncer:
- ¿Qué tamaño tiene el tumor primario y dónde está ubicado? (Tumor, T)
- ¿El tumor se ha diseminado a los ganglios linfáticos? (Ganglio, N)
- ¿El cáncer se ha metastatizado hacia otras partes del cuerpo? (Metástasis, M)
Los resultados se combinan para determinar el estadio del cáncer de cada persona. Hay cinco estadios: el estadio 0 (cero) y los estadios I a IV (uno a cuatro). El estadio es una forma frecuente de describir el cáncer, de manera que los médicos puedan planificar de forma conjunta los mejores tratamientos.
Aquí le mostramos más detalles sobre cada parte del sistema TNM para el cáncer de próstata:
Tumor: Mediante el sistema TNM, se utiliza la “T” más una letra o número (0 a 4) para describir el tamaño y la ubicación del tumor. Algunos estadios también se dividen en grupos más pequeños que permiten describir el tumor aún con más detalle. A continuación se presenta información sobre los estadios específicos del tumor.
TX: No se puede evaluar el tumor primario.
T0: No hay evidencia de un tumor en la próstata.
T1: El tumor no se puede palpar durante el DRE y no se ve durante las pruebas por imágenes, que son cualquier prueba que produce imágenes del interior del cuerpo, como una exploración por CT. Se puede encontrar al hacer una cirugía por otra razón, por lo general para la BPH, o por un crecimiento anormal de las células no cancerosas de la próstata.
T1a: El tumor se encuentra en el 5% o menos del tejido prostático extirpado en la cirugía.
T1b: El tumor se encuentra en más del 5% del tejido prostático extirpado en la cirugía.
T1c: El tumor se encuentra durante una biopsia con aguja, en general porque el paciente tiene un nivel elevado de PSA.
T2: El tumor se encuentra en la próstata únicamente, no en otras partes del cuerpo. Es lo suficientemente grande como para palparlo durante un DRE.
T2a: El tumor compromete la mitad de un lóbulo (parte o costado) de la próstata.
T2b: El tumor compromete más de la mitad de un lóbulo de la próstata, pero no ambos lóbulos.
T2c: El tumor ha invadido ambos lóbulos de la próstata.
T3: El tumor ha crecido a través de la cápsula prostática en uno de los lados hacia el tejido justo en la parte externa de la próstata.
T3a: El tumor creció a través de la cápsula prostática en uno o ambos lados de la próstata o se diseminó al cuello de la vejiga.
T3b: El tumor invadió la(s) vesícula(s) seminal(es), el (los) conducto(s) que transporta(n) semen.
T4: El tumor está fijo o está creciendo hacia el interior de estructuras adyacentes distintas de las vesículas seminales, como el esfínter externo, la parte de la capa muscular que ayuda a controlar la micción; el recto; los músculos elevadores y/o la pared pelviana.
Ganglios: La “N” en la abreviatura del sistema de determinación del estadio TNM representa los ganglios linfáticos, órganos minúsculos con forma de poroto que ayudan a combatir las infecciones. Los ganglios linfáticos que están cerca de la próstata en el área pélvica se denominan ganglios linfáticos regionales. Los ganglios linfáticos ubicados en otras partes del cuerpo se denominan ganglios linfáticos distantes.
NX: No se pueden evaluar los ganglios linfáticos regionales.
N0: El cáncer no se diseminó a los ganglios linfáticos regionales.
N1: El cáncer se diseminó a uno o varios de los ganglios linfáticos (pélvicos) regionales.
Metástasis a distancia: La “M” en el sistema TNM indica si el cáncer de próstata se diseminó a otras partes del cuerpo, como los pulmones o los huesos.
MX: No se puede evaluar la metástasis a distancia.
M0: La enfermedad no se metastatizó.
M1: Hay metástasis a distancia.
M1a: El cáncer se diseminó a uno o varios de los ganglios linfáticos no regionales o distantes.
M1b: El cáncer se diseminó a los huesos.
M1c: El cáncer se diseminó a otra parte del cuerpo, con o sin diseminación al hueso.
Agrupación de estadios del cáncer
Los médicos asignan el estadio del cáncer combinando las clasificaciones T, N y M. Consulte el cuadro a continuación para obtener información sobre todas las combinaciones de TNM para cada estadio.
Estadio I: El cáncer se encuentra en la próstata únicamente, por lo general durante otro procedimiento médico. No se puede palpar durante el DRE ni ver en las pruebas por imágenes. Un cáncer en estadio I suele estar formado por células que se parecen más a las células sanas, y es probable que crezca lentamente.
Estadio IIA y IIB: Este estadio describe un tumor que es demasiado pequeño para ser palpado o visto en las pruebas por imágenes. O bien, describe un tumor ligeramente más grande que puede palparse en un DRE. El cáncer no se diseminó fuera de la glándula prostática, pero las células generalmente son más anormales y tienden a crecer más rápidamente. No se diseminó a los ganglios linfáticos ni a los órganos distantes.
Estadio III: El cáncer se diseminó más allá de la capa externa de la próstata hacia los tejidos adyacentes. Es posible que también se haya diseminado a las vesículas seminales.
Estadio IV: Este estadio describe cualquier tumor que se diseminó a otras partes del cuerpo, como vejiga, recto, hueso, hígado, pulmones o ganglios linfáticos.
Recurrente: El cáncer de próstata recurrente es aquel que reaparece después del tratamiento. Puede reaparecer nuevamente en la región prostática o en otras partes del cuerpo. Si se produce una recurrencia, es posible que sea necesario volver a determinar el estadio del cáncer (denominado redeterminación del estadio) mediante el uso del sistema mencionado anteriormente.
Cuadro de agrupación de estadios
EstadioTNM
I | T1a, T1b o T1c | N0 | M0 |
T2a | N0 | M0 | |
Cualquier T1 o T2a | N0 | M0 | |
IIA | T1a, T1b o T1c | N0 | M0 |
T1a, T1b o T1c | N0 | M0 | |
T2a | N0 | M0 | |
T2b | N0 | M0 | |
IIIB | T2c | N0 | M0 |
Cualquier T1 o T2 | N0 | M0 | |
Cualquier T1 o T2 | N1 | M0 | |
III | T3a O T3b | N0 | M0 |
IV | T4 | N0 | M0 |
Cualquier T | N1 | M0 | |
Cualquier T | Cualquier N | M1 |
Datos utilizados con permiso de la Comisión Conjunta Estadounidense para el Cáncer (American Joint Committee on Cancer, AJCC), Chicago, Illinois. La fuente original de este material es el AJCC Cancer Staging Manual, séptima edición (2010), publicado por Springer-Verlag New York, www.cancerstaging.net.
Factores de pronóstico
Además del estadio, los médicos utilizan otros factores de pronóstico, a fin de planificar el mejor tratamiento y predecir el éxito que este tendrá. Los siguientes son factores de pronóstico para hombres con cáncer de próstata.
Prueba del PSA
Como se describe en la sección Factores de riesgo y prevención, el PSA es una medida de los niveles de antígeno prostático específico en la sangre de un hombre. Estos resultados se informan habitualmente como nanogramos por mililitro (ng/ml), p. ej., 7 ng/ml para un nivel de PSA de 7. En el caso de hombres a quienes ya se les diagnosticó cáncer de próstata, el nivel de PSA, así como la puntuación de Gleason, que se describe a continuación, ayudan al médico a entender y predecir el pronóstico de un paciente. Esta medida brinda a los médicos más información sobre el cáncer para ayudar a tomar decisiones sobre el tratamiento. Algunos tipos de cáncer de próstata no provocan un aumento del nivel de PSA, de modo que un PSA normal no siempre significa que no hay cáncer de próstata.
Puntuación de Gleason para la determinación de los grados del cáncer de próstata
El cáncer de próstata también recibe un grado denominado puntuación de Gleason, que se basa en cuánto el cáncer se asemeja al tejido sano cuando se observa con un microscopio. Los tumores menos peligrosos comúnmente se parecen más al tejido sano, y los tumores más peligrosos que tienen probabilidades de crecer y diseminarse a otras partes del cuerpo se parecen menos al tejido sano.
El Sistema de puntuación Gleason es el sistema más frecuente de determinación de los grados del cáncer de próstata. El patólogo observa cómo se disponen las células cancerosas en la próstata y asigna una puntuación en una escala de 1 a 5. Las células cancerosas de apariencia similar a las células sanas reciben una puntuación baja, y las células cancerosas que se parecen menos a las células sanas o tienen una apariencia más agresiva reciben una puntuación más alta. Para asignar las cifras, el médico determina el patrón principal de crecimiento celular (área donde el cáncer es más evidente), busca cualquier otro patrón de crecimiento menos frecuente y asigna una puntuación a cada uno. Se suman las puntuaciones para llegar a una puntuación general de entre 2 y 10.
La interpretación de la puntuación de Gleason que realizan los médicos ha cambiado recientemente. Originalmente los médicos utilizaban una amplia variedad de puntuaciones. En la actualidad, los médicos ya no utilizan las puntuaciones de Gleason de 5 o menos para el cáncer detectado por biopsia. La puntuación más baja utilizada es 6, que es un cáncer de grado bajo. Una puntuación de Gleason de 7 es un cáncer de grado medio, y una puntuación de 8, 9 o 10 es un cáncer de grado alto. Un cáncer de grado más bajo crece más lentamente y tiene menos probabilidades de diseminarse que un cáncer de grado alto.
Los médicos analizan la puntuación de Gleason además del estadio para ayudar a planificar el tratamiento. Por ejemplo, la vigilancia activa, descrita en la sección Opciones de tratamiento en Tratamiento, puede ser una opción para un paciente con un tumor pequeño, un nivel bajo de PSA y una puntuación de Gleason de 6. Por otra parte, los pacientes con una puntuación de Gleason alta podrían necesitar un tratamiento más intensivo, incluso si el cáncer no parece haberse diseminado.
Gleason X: La puntuación de Gleason no se puede determinar.
Gleason 6 o más baja: Las células están bien diferenciadas.
Gleason 7: Las células están moderadamente diferenciadas.
Gleason 8, 9 o 10: Las células están mal diferenciadas o no diferenciadas.
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Opciones de tratamiento
Esta sección describe los tratamientos que son la norma de atención (los mejores tratamientos comprobados disponibles) para este tipo específico de cáncer. Al tomar decisiones relacionadas con el plan de tratamiento, también se aconseja a los pacientes que consideren la opción de participar en estudios clínicos. Un estudio clínico es un estudio de investigación para evaluar si un tratamiento nuevo es seguro, efectivo y posiblemente mejor que un tratamiento estándar. Su médico puede ayudarlo a revisar todas las opciones de tratamiento.
Panorama general del tratamiento
En la atención del cáncer, a menudo trabajan juntos distintos tipos de médicos para crear un plan de tratamiento integral que combine diferentes tipos de tratamientos. Esto se conoce como equipo multidisciplinario.
A continuación, se describen las opciones de tratamiento más frecuentes para el cáncer de próstata, seguidas de un esquema de enfoques generales de tratamientos según el estadio. Las opciones y recomendaciones en cuanto a los tratamientos dependen de varios factores, entre ellos, el tipo y estadio del cáncer, los efectos secundarios posibles, así como las preferencias del paciente y su estado de salud general.
Tómese su tiempo para informarse sobre sus opciones de tratamiento y asegúrese de hacer preguntas acerca de las cosas que no están claras. Antes de iniciar el tratamiento, converse con su médico acerca de las metas de cada tratamiento, la probabilidad de que el tratamiento funcione, qué puede esperar mientras recibe el tratamiento y los posibles efectos secundarios urinarios, intestinales, sexuales y los relacionados con las hormonas del tratamiento. Los hombres deben también hablar con su médico acerca de cómo las diversas opciones de tratamientos afectan la recurrencia, la supervivencia y la calidad de vida, así como sus preferencias. Además, el éxito de cualquier tratamiento generalmente depende de la habilidad y la experiencia del médico o cirujano; por lo tanto, es importante buscar médicos que tengan experiencia en el tratamiento del cáncer de próstata.
Vigilancia activa para el cáncer en un estadio temprano
Si el cáncer de próstata se encuentra en un estadio temprano y está creciendo lentamente, y el tratamiento del cáncer causaría más molestias que la enfermedad, un médico puede recomendar la vigilancia activa (también conocida como espera en observación). Durante la vigilancia activa, el cáncer se controla de cerca mediante pruebas periódicas del PSA y de DRE, y la observación de síntomas. El tratamiento activo solo comienza si el tumor mostrara signos de volverse más agresivo o de diseminarse, causara dolor u obstruyera el tracto urinario.
Este enfoque puede emplearse en pacientes mucho mayores, en aquellos con otras enfermedades graves o que ponen en riesgo la vida, en aquellos que desean retrasar un tratamiento activo por los posibles efectos secundarios o en pacientes con tumores que tienen un riesgo bajo de crecer y diseminarse (tumor de tamaño pequeño, un puntaje Gleason bajo, un nivel bajo de PSA). Sin embargo, se debe tener mucho cuidado de no cometer errores de criterio sobre la enfermedad. En otras palabras, los médicos deben recopilar tanta información como sea posible sobre las otras enfermedades y la expectativa de vida del paciente a fin de no perder la oportunidad de detectar un cáncer de próstata agresivo en estadio temprano. Por este motivo, muchos médicos recomiendan repetir la biopsia poco después del diagnóstico para confirmar que el cáncer está en un estadio temprano y que crece lentamente antes de considerar la vigilancia activa para un hombre sano en todos los otros aspectos. Todo el tiempo surge información nueva, y es importante que los hombres analicen estos temas con su médico para tomar las mejores decisiones con respecto al tratamiento.
Tratamientos locales
Los tratamientos locales están dirigidos a eliminar el cáncer de un área específica y limitada del cuerpo. Para los hombres diagnosticados con cáncer de próstata en estadio temprano, los tratamientos locales, como la cirugía y la radioterapia, pueden eliminar el cáncer por completo. Sin embargo, si el cáncer se ha diseminado fuera de la glándula prostática, podrían ser necesarios otros tipos de tratamiento para destruir las células cancerosas ubicadas en otras partes del cuerpo.
Cirugía
La cirugía es la extirpación del tumor y del tejido circundante durante una operación. Se usa para tratar de eliminar un tumor antes que se haya diseminado más allá de la próstata. Un oncólogo cirujano es un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer a través de la cirugía. Para el cáncer de próstata, el urólogo o el oncólogo urólogo es el oncólogo cirujano que participa en el tratamiento. El tipo de cirugía depende del estadio de la enfermedad, del estado de salud general del hombre y de otros factores. Las opciones quirúrgicas incluyen:
Prostatectomía radical (abierta): La prostatectomía radical es la extirpación quirúrgica de toda la próstata, las vesículas seminales. Los ganglios linfáticos del área pélvica también podrían tener que extirparse. Esta operación tiene el riesgo de interferir en la función sexual. Cuando es posible, la cirugía con preservación de los nervios aumenta las probabilidades de que un hombre pueda mantener su función sexual después de la cirugía, ya que evita el daño quirúrgico a los nervios que permiten las erecciones y los orgasmos. Se puede producir el orgasmo aun cuando se hayan cortado algunos nervios, ya que estos dos procesos son independientes. La incontinencia urinaria también es un efecto secundario posible de la prostatectomía radical. Para ayudar a recuperar la función sexual normal, los hombres pueden recibir fármacos, implantes de pene o inyecciones. A veces, otra cirugía puede resolver la incontinencia urinaria.
Prostatectomía robótica o laparoscópica: Este tipo de cirugía es posiblemente mucho menos invasivo que una prostatectomía radical (abierta) y puede acortar el tiempo de recuperación. La cámara y los instrumentos se insertan a través de incisiones pequeñas en “ojo de cerradura” en el abdomen del paciente. El cirujano luego dirige los instrumentos robóticos para extirpar la glándula prostática y el tejido circundante. En general, la prostatectomía robótica causa menos sangrado y menos dolor, pero los efectos secundarios sexuales y urinarios pueden ser similares a los de una prostatectomía radical (abierta). Este procedimiento no tiene la antigüedad de la prostatectomía radical (abierta) y, en consecuencia, todavía no se puede garantizar la información de seguimiento a largo plazo, incluida la tasa de cura permanente. Consulte a su médico para averiguar si el centro de tratamiento que le corresponde ofrece este procedimiento y cuáles son los resultados en comparación con la prostatectomía radical (abierta) convencional.
Criocirugía: La criocirugía (también llamada crioterapia o crioablación) es el congelamiento de las células cancerosas con una sonda de metal que se inserta a través de una pequeña incisión en el área entre el recto y el escroto, la bolsa de piel que contiene a los testículos. La criocirugía puede ser útil para el cáncer en estadio temprano y para los hombres que no pueden ser sometidos a una prostatectomía radical. Un efecto secundario frecuente de la criocirugía es la impotencia; por lo tanto, este tratamiento no se recomienda para hombres que deseen mantener la función sexual. Otro efecto secundario puede ser el desarrollo de fístulas (orificios entre la próstata y el intestino), aunque este efecto parece ser mucho menos frecuente debido al uso de técnicas de criocirugía más nuevas.
Resección transuretral de la próstata (transurethral resection of the prostate, TURP): La TURP se usa más frecuentemente para aliviar los síntomas de una obstrucción urinaria, no para tratar el cáncer de próstata. En este procedimiento, con el paciente bajo anestesia general (medicación para bloquear toda conciencia de dolor), el cirujano inserta un citoscopio (un tubo estrecho con un dispositivo de corte) en la uretra y en la próstata para extirpar tejido prostático.
Radioterapia
La radioterapia es el uso de rayos de alta energía para eliminar las células cancerosas. El médico que se especializa en administrar radioterapia para tratar el cáncer se conoce como radiooncólogo. El tipo más común de tratamiento de radiación se denomina radioterapia de haz externo, que consiste en radiación que se aplica desde una máquina externa al cuerpo. Cuando el tratamiento de radiación se aplica mediante implantes, se denomina radioterapia interna o braquiterapia. Un régimen (plan) de radioterapia normalmente consiste en una cantidad específica de tratamientos que se administran en un plazo de tiempo determinado.
Radioterapia con haz externo: La radioterapia con haz externo dirige un haz de radiación sobre una región con cáncer. Algunos centros oncológicos emplean radioterapia conformacional (conformal radiation therapy, CRT), en la que las computadoras ayudan a mapear con precisión la localización y la forma del cáncer. La CRT reduce el daño de la radiación a los tejidos y órganos sanos cercanos al tumor al dirigir el haz de radioterapia desde diferentes direcciones para concentrar la dosis en el tumor. La radioterapia de haz externo suele administrarse con un haz de rayos X de alta energía. También puede administrarse con terapia de haz de protones (también llamada terapia de protones), que utiliza protones en lugar de rayos X. A alta energía, los protones pueden destruir a las células cancerosas.
Radioterapia de intensidad modulada (intensity-modulated radiation therapy, IMRT): La IMRT es un tipo de radioterapia de haz externo que emplea detecciones CT para formar una imagen tridimensional de la próstata antes del tratamiento. Una computadora usa esta información acerca del tamaño, la forma y la ubicación del cáncer de próstata para determinar cuánta radiación es necesaria para destruirlo. Con la IMRT, altas dosis de radiación se pueden dirigir a la próstata sin aumentar el riesgo de daño a los órganos cercanos.
Terapia de protones: La terapia de protones (también conocida como terapia de haces de protones) es un tipo de radioterapia de haz externo que utiliza protones en lugar de rayos X. A alta energía, los protones pueden destruir a las células cancerosas. Las investigaciones actuales no han demostrado que la terapia de protones ofrezca mayores beneficios a los pacientes con cáncer de próstata que la radioterapia tradicional.
Braquiterapia: La braquiterapia es la inserción de fuentes radioactivas directamente en la próstata. Estas fuentes (llamadas semillas) emiten radiación solo alrededor de la zona en la que se insertan, y se pueden utilizar durante horas (índice de dosis elevadas) o semanas (índice de dosis bajas). Las semillas de índice de dosis bajas se dejan en la próstata de forma permanente, aun después de que se haya utilizado todo el material radioactivo. Para hombres con cáncer de alto riesgo, la braquiterapia generalmente se combina con otros tratamientos.
La radioterapia puede causar efectos secundarios inmediatos tales como diarrea u otros problemas en la función intestinal, como gases, sangrado y pérdida de control de la evacuación; aumento de la urgencia o frecuencia miccional; fatiga; impotencia (disfunción eréctil); y molestia, ardor o dolor en el recto. La mayoría de estos efectos secundarios suelen desaparecer después del tratamiento, pero la disfunción eréctil generalmente es permanente. Muchos efectos secundarios de radioterapia pueden no aparecer hasta después de meses o años de tratamiento.
Tratamientos sistémicos
Los médicos usan tratamientos como la terapia hormonal, la quimioterapia y la terapia con vacunas para llegar a las células cancerosas de todo el cuerpo. Para los hombres con cáncer de próstata en estadio tardío o aquellos que se considera que tienen un alto riesgo de recurrencia, se puede usar tratamientos sistémicos para encoger el cáncer antes de la cirugía o radioterapia (lo que se conoce como terapia neoadyuvante) o usar un tratamiento postlocal para eliminar cualquier resto de células cancerosas y reducir la posibilidad de que regrese el cáncer (lo que se conoce como terapia adyuvante).
Terapia hormonal
Como el crecimiento del cáncer de próstata está guiado por hormonas sexuales masculinas denominadas andrógenos, la reducción de los niveles de estas hormonas puede ayudar a desacelerar el crecimiento del cáncer. El tratamiento hormonal también se llama terapia de ablación androgénica o de privación de andrógenos. El andrógeno más común es la testosterona. Los niveles de testosterona en el cuerpo pueden reducirse quirúrgicamente, con castración quirúrgica (extirpación de los testículos), o con fármacos que desactivan la función de los testículos (consulte a continuación castración médica).
La terapia hormonal se utiliza para tratar el cáncer de próstata en diferentes situaciones, incluso el cáncer que ha regresado después de la cirugía y la radioterapia (cáncer de próstata recurrente) o el cáncer que se ha diseminado por el cuerpo en cualquier momento (cáncer de próstata metastásico).
Más recientemente, la terapia hormonal también se ha utilizado junto con la radioterapia en hombres con un tipo de cáncer que tiene más posibilidades de recurrencia. Para algunos hombres, la terapia hormonal se utilizará en primer lugar para reducir el tamaño del tumor antes de la realización de radioterapia o cirugía. En algunos hombres con cáncer de próstata que se diseminó localmente, llamado cáncer de próstata avanzado localmente, la terapia hormonal se administra antes, durante y después de la radioterapia, por tres años. La terapia hormonal también es una opción para los hombres con cáncer de próstata que se diseminó a los ganglios linfáticos (identificado después de una prostatectomía radical) como terapia adyuvante. También se puede administrar hasta tres años en hombres con cáncer de riesgo intermedio o alto.
Tradicionalmente, la terapia hormonal se usaba hasta que dejaba de controlar el cáncer. Entonces, el cáncer se denominaba resistente a la castración (significa que la terapia hormonal ha dejado de actuar) y se tenían en cuenta otras opciones de tratamiento. Recientemente, los investigadores han comenzado a estudiar la terapia hormonal intermitente, que consiste en una terapia hormonal que se administra durante períodos específicos de tiempo y luego se interrumpe transitoriamente según un cronograma. La administración de hormonas de esta manera parece disminuir los efectos secundarios de esta terapia, pero no ha demostrado ser efectivo para todos los estadios de cáncer de próstata.
Tipos de terapia hormonal
Orquiectomía bilateral: La orquiectomía bilateral es la extirpación quirúrgica de ambos testículos. Aunque se trata de una cirugía, se llama tratamiento hormonal porque elimina la fuente principal de producción de testosterona, los testículos. Los efectos de esta cirugía son permanentes y no se pueden revertir.
Agonistas de la LHRH: LHRH es la sigla en inglés que significa hormona liberadora de la hormona luteinizante (luteinizing hormone-releasing hormone). Los fármacos conocidos como agonistas de la LHRH evitan que los testículos reciban los mensajes enviados por el cuerpo para producir testosterona. Al bloquear estas señales, los agonistas de la LHRH reducen el nivel de testosterona de un hombre al igual que como si se retiraran los testículos. Sin embargo, a diferencia de la castración quirúrgica, los efectos de los agonistas de la LHRH son reversibles, por lo que la producción de testosterona generalmente empieza nuevamente cuando un paciente deja de tomar el fármaco.
Los agonistas de la LHRH se inyectan o colocan como pequeños implantes bajo la piel. Dependiendo del fármaco utilizado, pueden darse una vez al mes o una vez al año. Cuando los agonistas de la LHRH se dan por primera vez, los niveles de testosterona aumentan brevemente antes de caer a niveles muy bajos. Este efecto, conocido como una “exacerbación”, ocurre debido a una sobreintensidad temporal en la producción de testosterona por parte de los testículos en respuesta a la forma en que los agonistas de la LHRH funcionan en el cuerpo. Esta exacerbación puede aumentar la actividad del cáncer de próstata y causar síntomas y efectos secundarios, como dolor óseo en los hombres cuyo cáncer se ha diseminado a los huesos.
Antagonista de la LHRH: Este tipo de fármaco, llamado también antagonista de la hormona liberadora de gonadotropina (gonadotropin-releasing hormone, GnRH), impide que los testículos produzcan testosterona como los agonistas de la LHRH, pero reducen los niveles de testosterona más rápidamente y no causan una exacerbación como los agonistas de la LHRH. La FDA ha aprobado un fármaco, el degarelix (Firmagon), que se administra mediante inyección mensual, para tratar el cáncer de próstata avanzado. Un efecto secundario de este fármaco es que puede provocar una reacción alérgica grave.
Antiandrógenos: Mientras que los agonistas de la LHRH reducen los niveles de testosterona en la sangre, los antiandrógenos evitan que la testosterona se una a los “receptores androgénicos”, estructuras químicas en las células cancerosas que permiten que la testosterona y otras hormonas masculinas ingresen a las células. Estos fármacos, como por ejemplo la flutamida (Eulexin), la bicalutamida (Casodex) y la nilutamida (Nilandron), las toman como píldoras, generalmente hombres que tiene cáncer de próstata “sensible a las hormonas” (cáncer de próstata que todavía responde a la terapia hormonal). Los antiandrógenos generalmente no se usan por sí mismos en el tratamiento del cáncer de próstata.
La enzalutamida (Xtandi) es un tipo más reciente de antiandrógenos que bloquea la señal del receptor andrógeno que les dice a las células del cáncer de próstata que deben crecer y dividirse. La enzalutamida pueden usarla hombres con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración que han recibido previamente docetaxel (Docefrez, Taxotere), pero también está siendo estudiada actualmente para ver si puede ayudar a los hombres más tempranamente en su plan de tratamiento.
Bloqueo androgénico combinado: En ocasiones, los antiandrógenos se usan en combinación con la orquiectomía bilateral o el tratamiento de los agonistas de la LHRH, para lograr un bloqueo más completo de las hormonas masculinas. Esto se debe a que incluso después que los testículos ya no están produciendo hormonas, las glándulas suprarrenales todavía producen pequeñas cantidades de andrógenos. Muchos médicos piensan que este enfoque combinado es la modalidad más segura para iniciar el tratamiento hormonal, ya que impide una exacerbación posible que a veces se produce en respuesta al tratamiento de los agonistas de la LHRH. Algunas investigaciones, aunque no todas, han mostrado una diferencia aproximada de seis meses en la supervivencia a largo plazo a partir del uso del bloqueo androgénico combinado; por lo tanto, algunos médicos prefieren administrar el tratamiento farmacológico combinado, mientras que otros pueden empezar con la combinación en una etapa temprana del tratamiento para evitar la exacerbación.
Inhibidores de CYP-17: Aunque los testículos son los principales productores de andrógenos, otras células en el cuerpo, incluidas las células de cáncer de próstata, todavía pueden producir pocas cantidades, lo que puede impulsar el desarrollo del cáncer. La abiraterona (Zytiga) es un fármaco que bloquea una enzima llamada CYP17 y evita que estas células (pero no los testículos) produzcan ciertas hormonas, incluidos los andrógenos. La abiraterona, que se toma como una píldora todos los días, ha sido aprobada por la FDA como tratamiento del cáncer de próstata resistente a la castración que se ha desarrollado o diseminado mientras un hombre está recibiendo quimioterapia con docetaxel. Los estudios de investigación demostraron que la abiraterona aumenta la supervivencia de los hombres con este tipo de cáncer. La abiraterona también puede ser usada con prednisona (múltiples nombres de marcas) antes de la quimioterapia en hombres con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración.
La terapia hormonal puede causar efectos secundarios significativos. Los efectos secundarios generalmente desaparecen después de terminar el tratamiento hormonal, excepto en hombres que se han sometido a una orquiectomía. Los pacientes pueden experimentar impotencia, pérdida de la libido (deseo sexual), calores con sudoración excesiva, ginecomastia (aumento del tamaño de las mamas), depresión, pérdida de peso, pérdida de masa muscular y osteopenia u osteoporosis (debilitamiento de los huesos). Si bien los niveles de testosterona pueden recuperarse después de interrumpir la terapia hormonal, algunos hombres que recibieron agonistas de la LHRH durante muchos años pueden continuar teniendo efectos hormonales, incluso cuando ya no se administran los fármacos.
Otro efecto secundario de la terapia hormonal es el riesgo de desarrollar el síndrome metabólico. El síndrome metabólico es un conjunto de condiciones, como obesidad, altos niveles de colesterol en la sangre y alta presión arterial, que aumentan el riesgo de una persona de tener enfermedad cardíaca, apoplejía y diabetes. Actualmente, no se sabe a ciencia cierta con qué frecuencia ocurre esto o exactamente por qué, pero lo que sí es claro es que los pacientes que reciben una castración quirúrgica o médica (incluso una castración médica temporal) con terapia hormonal tienen un mayor riesgo de desarrollar el síndrome metabólico.
Los riesgos y beneficios de la castración deben discutirse cuidadosamente con su médico. Para hombres con cáncer de próstata metastásico, especialmente si está avanzado y causando síntomas, la mayoría de los médicos cree que los beneficios de la castración tienen mucho más peso que los riesgos del síndrome metabólico.
Quimioterapia
La quimioterapia es el uso de fármacos para eliminar las células cancerosas, generalmente al inhibir su capacidad para proliferar y dividirse. La quimioterapia sistémica se administra a través del torrente sanguíneo para que alcance las células cancerosas de todo el cuerpo. La quimioterapia para cáncer de próstata se administra intravenosamente (inyectada en una vena). La quimioterapia generalmente es prescrita por un oncólogo clínico, un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer con medicamentos.
Existen diversos fármacos estándar que se usan para el cáncer de próstata, y actualmente se encuentran en desarrollo una serie de fármacos nuevos que se están estudiando en estudios clínicos. En general, la quimioterapia estándar empieza con docetaxel combinado con un esteroide denominado prednisona. Se ha demostrado que esta combinación ayuda a que los hombres con cáncer de próstata avanzado vivan más tiempo que con otro agente de quimioterapia, la mitoxantrona (Novantrone), que es más útil para controlar el dolor producto del cáncer. La FDA aprobó también los fármacos mitoxantrona, docetaxel y cabazitaxel (Jevtana) para su uso en situaciones específicas tales como el cáncer de próstata que es resistente a la terapia hormonal. El cabazitaxel es similar al docetaxel, pero estudios de investigación demostraron que puede ser efectivo para el cáncer de próstata que es resistente al docetaxel.
En general, los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del paciente, del tipo de quimioterapia recibida, de la dosis utilizada y de la duración del tratamiento, pero pueden incluir fatiga, llagas en la boca y garganta, diarrea, náuseas y vómitos, estreñimiento, trastornos de la sangre, efectos en el sistema nervioso, cambios en el pensamiento y la memoria, problemas sexuales y reproductivos, pérdida del apetito, dolor y pérdida de cabello. Estos efectos secundarios de la quimioterapia suelen desaparecer una vez finalizado el tratamiento. Sin embargo, algunos efectos secundarios pueden continuar, regresar o desarrollarse posteriormente. Pregunte a su médico qué efectos secundarios puede experimentar según su plan de tratamiento. Su equipo de cuidados de la salud trabajará junto con usted para manejar o prevenir muchos de estos efectos secundarios.
Terapia con vacunas
El sipuleucel-T (Provenge) es un tipo de inmunoterapia (también llamada terapia biológica) diseñada para estimular las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer. Este tratamiento utiliza materiales producidos por el cuerpo o fabricados en un laboratorio para mejorar, enfocarse en o restaurar la función del sistema inmunitario.
El sipuleucel-T se adapta a cada paciente. Antes del tratamiento, se extrae sangre del paciente en un proceso denominado leucoforesis. Se separan células inmunitarias especiales de la sangre del paciente, se modifican en el laboratorio y luego se devuelven al paciente. En este momento, el sistema inmunitario del paciente puede reconocer y eliminar las células cancerosas de la próstata. Es difícil saber si este tratamiento está funcionando para tratar el cáncer para un paciente específico porque todavía no se ha demostrado que encoge el cáncer, que baja el nivel de PSA o que evita que el cáncer empeore. Sin embargo, los resultados de los estudios clínicos han demostrado que el tratamiento con sipuleucel-T puede aumentar la supervivencia en hombres con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración con pocos o ningún síntoma.
Obtención de cuidados para los síntomas y los efectos secundarios
A menudo, el cáncer y su tratamiento producen efectos secundarios. Además del tratamiento para retardar, detener o eliminar el cáncer, un aspecto importante del cuidado de la enfermedad es aliviar los síntomas y los efectos secundarios que tiene la persona. Este enfoque se denomina cuidados paliativos o atención de apoyo, e incluye brindarle apoyo al paciente con sus necesidades físicas, emocionales y sociales.
Los cuidados paliativos pueden ayudar a una persona en cualquier estadio de la enfermedad. A menudo las personas reciben tratamiento para el cáncer y tratamiento para disminuir los efectos secundarios al mismo tiempo. De hecho, los pacientes que reciben ambos suelen tener síntomas menos graves, mejor calidad de vida e informan que están más satisfechos con el tratamiento.
Los tratamientos paliativos varían en gran medida y a menudo incluyen medicación, cambios nutricionales, técnicas de relajación y otras terapias. También puede recibir tratamientos paliativos similares a aquéllos cuyo objetivo es eliminar el cáncer, como la quimioterapia, cirugía y radioterapia. Converse con su médico sobre las metas de cada tratamiento en su plan de tratamiento.
Las opciones de cuidados de apoyo específicas usadas para tratar los síntomas del cáncer de próstata en estadio tardío y para mejorar la calidad de vida de un paciente, incluyen:
Estroncio y samario: Al administrarse mediante inyección, estas sustancias radioactivas son absorbidas cerca de la región del dolor óseo. La radiación que se libera ayuda a aliviar el dolor, probablemente al reducir el tamaño del tumor en el hueso.
Radio 223: El dicloruro de radio 223 (Xofigo) es una sustancia radioactiva que es naturalmente atraída a zonas de alto reemplazo óseo (zonas donde el hueso es destruido y reemplazado más de lo normal). El radio 223 envía radiación directamente a los tumores que se encuentran en el hueso, limitando el daño al tejido sano. Según los resultados de un estudio clínico publicado en 2013, el tratamiento con radio 223 no solo redujo las complicaciones relacionadas con los huesos, sino que también mejoró la supervivencia.
Fármacos modificadores de los huesos: El cáncer de próstata que se ha diseminado al hueso o la terapia hormonal pueden debilitar los huesos de un paciente y conllevar a dolor óseo y un riesgo aumentado de fracturas (rupturas). Por lo tanto, se pueden administrar fármacos modificadores de los huesos como el ácido zoledrónico (Zometa) o el denosumab (Prolia) a hombres diagnosticados con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración para ayudar a reducir las complicaciones de los huesos (como el dolor, las fracturas y la necesidad de cirugías). Algunos hombres que toman la terapia hormonal también pueden recibir un fármaco modificador de los huesos con menos frecuencia y a una dosis menor para promover la salud ósea.
Una posible condición asociada con los fármacos modificadores de los huesos es la osteonecrosis mandibular. Es una condición poco común pero grave. Los síntomas de la osteonecrosis mandibular incluyen dolor, hinchazón e infección de la mandíbula; dientes sueltos y hueso expuesto.
Antes de comenzar el tratamiento, converse con un equipo de cuidados de la salud sobre los posibles efectos secundarios de su plan de tratamiento específico y las opciones de cuidados de apoyo. Y durante y después del tratamiento, asegúrese de decirle a su médico o a otros miembros de su equipo de cuidados de la salud si está experimentando algún problema para que puedan abordarlo tan rápido como les sea posible.
Desarrollo de un plan de tratamiento
Ya que la mayoría de cánceres de próstata se encuentran en los estadios tempranos cuando están creciendo lentamente, generalmente no tiene que apresurarse en tomar decisiones para el tratamiento. Durante este tiempo, es importante conversar con su médico acerca de los riesgos y beneficios de todas sus opciones de tratamiento y sobre cuándo se iniciará el mismo. Esta conversación también debe abordar el estado actual del cáncer (si los niveles del PSA están elevándose o si están estables y si el cáncer se ha diseminado a los huesos), su historial de salud y cualquier otra condición médicas que pueda tener. Aunque el/los tratamiento(s) que le recomendamos dependerán de estos factores, hay algunos pasos generales para tratar el cáncer de próstata.
Cáncer de próstata en estadio temprano
El cáncer de próstata en estadio temprano significa que las células cancerosas solamente se encuentran en la próstata. Si el cáncer tiene un puntaje Gleason bajo (de 6 o menos) y un nivel de PSA bajo (menos de 10), generalmente crece muy lentamente y puede tardar varios años en causar síntomas u otros problemas de salud, si llegan a producirse del todo. Como resultado, se puede recomendar la vigilancia activa. Alternativamente, se puede recomendar la radioterapia (haz externo o braquiterapia) o cirugía dependiendo de su edad y salud en general. Los estudios clínicos que hacen pruebas con nuevos tipos de tratamiento también pueden ser una opción.
Los hombres con cáncer de próstata en estadio temprano que tienen un puntaje Gleason más elevado (y por tanto con un crecimiento más acelerado), la prostatectomía radical y la radioterapia (haz externo o braquiterapia) son frecuentemente apropiados, pero su médico deberá considerar su edad y salud general antes de recomendar uno de ellos (o ambos) como una opción de tratamiento.
Cáncer de próstata avanzado a nivel local
Para algunos pacientes con un tumor más grande, es menos probable que los tratamientos locales, como la cirugía y la radioterapia, eliminen el cáncer por sí mismos. La prostatectomía radical en este estadio no preserva el nervio y a menudo se realiza con la remoción de los ganglios linfáticos de la pelvis. Algunos hombres reciben una terapia hormonal antes de la cirugía (terapia hormonal neoadyuvante) o radioterapia (haz externo y/o braquiterapia) posteriormente. Las investigaciones han demostrado que la radioterapia adyuvante mejora la supervivencia de los hombres con cáncer de próstata avanzado a nivel local (enfermedad pT3) o aquellos con márgenes positivos después de la prostatectomía (las células cancerosas se encuentran en la zona de tejido que circunda la próstata que fue extirpada durante la cirugía).
Para los hombres que reciben la radioterapia como su tratamiento primario, generalmente se combina con varios meses de terapia hormonal si hay una mayor posibilidad de recurrencia basada en el alcance de la enfermedad, el nivel del PSA y/o el puntaje Gleason. Para hombres mayores con longevidad limitada y cuyo cáncer no les está causando síntomas, o para aquellos que tienen otra enfermedad más grave, se puede considerar la vigilancia activa.
Cáncer de próstata metastásico (avanzado)
Si el cáncer se ha diseminado a otros lugares del cuerpo, se le llama cáncer metastásico. En este estadio, la cirugía para retirar la próstata y los ganglios linfáticos de la pelvis no puede eliminar el cáncer. Como resultado, la mayoría de hombres con cáncer de próstata metastásico puede recibir la terapia hormonal.
Algunos pacientes también pueden recibir una radioterapia de haz externo. Si los síntomas no se mitigan por medio de tratamientos estándar y el cáncer sigue creciendo y diseminándose, la quimioterapia puede ser una opción, al igual que participar en un estudio clínico.
Otra parte importante del tratamiento de cáncer de próstata metastásico consiste en mitigar los síntomas de un paciente y/o los efectos secundarios. La cirugía (TURP) puede usarse para manejar los síntomas como por ejemplo el sangrado o una obstrucción urinaria, mientras que los fármacos modificadores de los huesos, como el ácido zoledrónico o el denosumab, pueden usarse para fortalecer los huesos, reducir el dolor y disminuir las fracturas en los hombres con cáncer de próstata que se ha diseminado al hueso o en hombres que han recibido la terapia hormonal. La radioterapia intravenosa con estroncio y samario también ayuda a aliviar el dolor en los huesos.
Se aconseja a los pacientes con este diagnóstico que hablen con médicos experimentados en el tratamiento de este estadio del cáncer, puesto que quizás haya diferentes opiniones respecto del mejor plan de tratamiento. Obtenga más información sobre la búsqueda de una segunda opinión antes de comenzar el tratamiento, a fin de estar tranquilo con el plan de tratamiento elegido. Esta discusión puede incluir estudios clínicos.
Si bien no hay cura para el cáncer de próstata avanzado, a menudo es tratable. Muchos hombres sobreviven al cáncer de próstata, incluso aquellos con enfermedad avanzada. A menudo, el cáncer de próstata crece lentamente, y en la actualidad se encuentran opciones de tratamientos efectivos que prolongan la vida aún más.
Para la mayoría de pacientes, recibir un diagnóstico de cáncer metastásico es muy estresante y, a veces, difícil de soportar. Se les recomienda a los pacientes y a sus familias que hablen acerca de cómo se sienten, con los médicos, los enfermeros, los trabajadores sociales u otros integrantes del equipo de atención médica. También puede ser útil hablar con otros pacientes, lo que incluye hacerlo a través de un grupo de apoyo.
Cáncer de próstata resistente a la castración
El cáncer de próstata que ya no responde a la terapia hormonal, como los agonistas de la LHRH o los antiandrógenos, se considera como resistente a la castración y puede ser difícil de tratar. Los médicos pueden recomendar la quimioterapia para los pacientes con este tipo de cáncer de próstata, especialmente aquéllos con dolor en los huesos o síntomas relacionados al cáncer. Los estudios de investigación de los planes de tratamiento con quimioterapia que incluyen el fármaco docetaxel han demostrado mejorar la supervivencia en varios meses. El cabazitaxel puede usarse después de que el docetaxel ha dejado de funcionar.
Para algunos pacientes que no tienen síntomas de cáncer o muy pocos y que generalmente no han tenido quimioterapia, la terapia con vacunas con sipuleucel-T puede ser una opción. En 2010, la FDA aprobó el sipuleucel-T para hombres con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración con pocos o ningún síntoma, porque en estudios de investigación aumentó la supervivencia en alrededor de cuatro meses, en comparación con recibir el placebo.
La FDA ha aprobado el tratamiento con el inhibidor abiraterona CYP17 junto con la prednisona para hombres con cáncer de próstata resistente a la castración que se ha desarrollado o diseminado a pesar de la quimioterapia con docetaxel, y más recientemente en pacientes que no han recibido docetaxel. Además, el fármaco enzalutamida puede usarse en hombres con cáncer de próstata resistente a la castración que previamente han recibido docetaxel.
En 2013, la FDA aprobó el dicloruro de radio 223 como tratamiento para los hombres con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración que se ha diseminado a los huesos pero no a otros órganos. Esta inyección mensual ha de administrarse a hombres cuyo cáncer se ha diseminado solamente a sus huesos y que ya han recibido tratamiento para bajar su nivel de testosterona. Según un estudio que incluía a 809 hombres con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración que se ha diseminado a los huesos pero no a otros órganos, los hombres que recibieron el radio 223 vivieron en promedio 14 meses en comparación con solo 11 meses entre los hombres que recibieron una inyección de placebo.
Cáncer de próstata recurrente
Una remisión es cuando no se puede detectar cáncer en el cuerpo y no hay síntomas. También se lo puede llamar “sin evidencia de enfermedad” o NED (no evidence of disease). Una remisión puede ser temporal o permanente. Esta incertidumbre lleva a que muchos supervivientes les preocupe o inquiete que el cáncer regrese. Aunque existen tratamientos para ayudar a prevenir una recurrencia, como la terapia hormonal y la radioterapia, es importante hablar con su médico acerca de la posibilidad de la reaparición del cáncer. Entender el riesgo de recurrencia y las opciones de tratamiento puede ser de ayuda para sentirse más preparado si el cáncer regresa.
En general, luego de la cirugía o radioterapia, el nivel del PSA en la sangre generalmente cae. Si el nivel del PSA empieza a subir nuevamente, esto puede ser un signo de que el cáncer ha regresado. Si el cáncer regresa después del tratamiento original, recibe el nombre de cáncer recurrente.
Cuando esto sucede, volverá a comenzar un ciclo de pruebas para obtener toda la información posible sobre la recurrencia, incluyendo dónde está ubicada la recurrencia. El cáncer puede regresar en la próstata (llamada recurrencia local), en los tejidos o en los ganglios linfáticos cerca de la próstata (una recurrencia distante o metastásica). A veces el médico no puede encontrar un tumor aunque el nivel del PSA ha aumentado. Esto se conoce como recurrencia solo del PSA.
Después de realizadas las pruebas, usted y su médico conversarán sobre las opciones de tratamiento. A menudo, el plan de tratamiento se basará en el tipo de recurrencia y el/los tratamiento(s) que ya haya recibido, y puede incluir las terapias descritas anteriormente, como la radioterapia, la prostatectomía (para hombres tratados inicialmente con radioterapia), o terapia hormonal. Su médico también puede sugerir estudios clínicos que estén evaluando métodos nuevos para tratar este tipo de cáncer recurrente.
Los cuidados paliativos incluyen los fármacos contra el dolor, la radioterapia con haz externo, la braquiterapia con estroncio o samario, u otros tratamientos para reducir el dolor en los huesos.
Las personas con cáncer recurrente a menudo sienten emociones tales como incredulidad o temor. Se aconseja a los pacientes que hablen con su equipo de atención médica respecto de estos sentimientos y consulten acerca de servicios de apoyo que los ayuden a sobrellevar la situación.
Si el tratamiento fracasa
La recuperación del cáncer no siempre es posible. Si el tratamiento no es exitoso, la enfermedad se puede denominar cáncer en etapa avanzada o terminal.
Este diagnóstico es estresante, y para muchas personas, es difícil hablar sobre este tema. Sin embargo, es importante que mantenga conversaciones abiertas y sinceras con su médico y el equipo de atención médica a fin de expresar sus sentimientos, preferencias e inquietudes. La función del equipo de atención médica es ayudar, y muchos de sus integrantes tienen habilidades, experiencia y conocimientos especiales para brindar apoyo a los pacientes y sus familiares. Asegurarse de que una persona esté físicamente cómoda y que no sienta dolor es sumamente importante.
Los pacientes que tienen cáncer en etapa avanzada y que se espera que vivan menos de seis meses pueden considerar un tipo de cuidados paliativos que se llaman cuidados para enfermos terminales o cuidado de hospicio. Los cuidados para enfermos terminales tienen la intención de proporcionar la mejor calidad de vida posible a personas que están cerca del final de la vida. Se les recomienda a usted y a su familia que piensen acerca de dónde usted estaría más cómodo: en su hogar, en el hospital o en un medio destinado a enfermos terminales. El cuidado de enfermería y los equipos especiales pueden hacer que permanecer en el hogar sea una alternativa factible para muchas familias.
Después de la muerte de un ser querido, muchas personas necesitan apoyo para ayudarlas a sobrellevar la pérdida.
Investigaciones actuales
Los médicos están trabajando para aprender más sobre el cáncer de próstata, los métodos para prevenirlo, la mejor manera de tratarlo y la forma de brindar los mejores cuidados a las personas a las que se les diagnosticó esta enfermedad. Las siguientes áreas de investigación pueden incluir nuevas opciones para los pacientes a través de los estudios clínicos. Hable siempre con su médico sobre las opciones de diagnóstico y tratamiento más adecuadas para su caso.
Determinación de las causas del cáncer de próstata
Los investigadores continúan explorando el vínculo entre los factores nutrición y estilo de vida en el desarrollo del cáncer de próstata.
Detección temprana
Los investigadores están desarrollando una mejor prueba del PSA, ya sea una prueba más específica y precisa u otra prueba totalmente diferente. Los investigadores también están desarrollando una prueba de orina para encontrar una sustancia llamada gen 3 del cáncer de próstata (PCA3) para ayudar a encontrar el cáncer de próstata. Ya que el PCA3 lo produce el cuerpo en mayores cantidades cuando un hombre tiene cáncer de próstata, los médicos podrían usar la prueba para decidir si un hombre necesita una biopsia de la próstata. Si se cuenta con mejores pruebas, se podrían realizar exámenes de detección del cáncer de próstata a más hombres sanos, lo que permitiría detectar y tratar tempranamente más casos de cáncer de próstata.
Técnicas quirúrgicas mejoradas
Mejores técnicas para la preservación del nervio durante la cirugía pueden reducir el riesgo de los efectos secundarios urinarios y sexuales en los hombres que necesitan una prostatectomía radical.
Programas de radioterapia más breves
A través de una radioterapia con haz externo mejor y más precisa, los investigadores están analizando programas de tratamiento mucho más cortos y más convenientes. En lugar de 40 sesiones de tratamiento, los investigadores están evaluando 28, 12 o solo cinco sesiones.
Ultrasonido focalizado de alta intensidad (high-intensity focused ultrasound, HIFU)
Este procedimiento, que aún se está investigando en los Estados Unidos, utiliza un ultrasonido transrectal para calentar y destruir las células cancerosas.
Pruebas que evalúan el éxito del tratamiento
La prueba de las células tumorales circulantes (células que se han liberado del tumor) puede utilizarse para verificar la efectividad del tratamiento; esta prueba utiliza una muestra de sangre del paciente a fin de recolectar las células tumorales circulantes.
Terapia mejorada para el cáncer de próstata avanzado
Los investigadores están explorando diferentes opciones de tratamiento para el cáncer de próstata avanzado, incluidos fármacos especialmente seleccionados, quimioterapia, terapia hormonal e inmunoterapia a través de una serie de estudios clínicos.
Atención de apoyo
Se están realizando estudios clínicos con el objetivo de encontrar mejores métodos para reducir los síntomas y los efectos secundarios de los tratamientos actuales para el cáncer de próstata a fin de mejorar el bienestar y la calidad de vida de los pacientes.
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Todo el contenido de Cancer.Net™ ha sido elaborado por Cancer.Net Editorial Board y proporcionado a ALIADA bajo licencia de ASCO como una herramienta de educación para el paciente. ALIADA no ha participado en el desarrollo de este contenido. La información incluida y brindada por ASCO no representa una opinión médica ni pretende sustituirla, así como tampoco respalda ningún producto, servicio o empresa. ASCO considera que las decisiones sobre tratamiento deben acordarse entre pacientes y doctores. Los avances en diagnóstico, tratamiento y prevención son constantes. Para más información, visite Cancer.Net (www.cancer.net).
Después del tratamiento
Después de finalizado el tratamiento para el cáncer de próstata, hable con su médico acerca de elaborar un plan de atención de seguimiento. Este plan puede incluir exámenes físicos periódicos o pruebas médicas para supervisar su recuperación durante los próximos meses y años.
Se aconseja a los hombres en recuperación de cáncer de próstata que sigan las pautas establecidas para una buena salud, entre ellas, mantener un peso saludable y una alimentación equilibrada, no fumar y realizarse los exámenes de detección recomendados para el cáncer. Hable con su médico a fin de elaborar el plan que mejor se adapte a sus necesidades. El ejercicio físico moderado puede ayudarle a recobrar las fuerzas y la energía. Su médico puede ayudarle a diseñar un plan de ejercicios adecuado en función de sus necesidades, sus aptitudes físicas y su estado físico.
Cómo sobrellevar los efectos secundarios
El temor a los efectos secundarios del tratamiento es común después de un diagnóstico de cáncer, pero puede ser útil saber que la prevención y el control de los efectos secundarios es uno de los principales objetivos de su equipo de atención médica. Esto se conoce como cuidados paliativos y de apoyo, y es una parte importante del plan de tratamiento general, independientemente del estadio de la enfermedad
Los efectos secundarios comunes para cada opción de tratamiento para el cáncer de próstata se describen en detalle dentro de la sección de Tratamiento. Los efectos secundarios dependen de una serie de factores, incluyendo el estadio del cáncer, la duración y la dosis del tratamiento y su salud en general.
Antes de comenzar el tratamiento, hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios de cada tipo de tratamiento que recibirá. Pregunte qué efectos secundarios son más probables que se presenten, cuándo es probable que ocurran y qué puede hacerse para prevenirlos o mitigarlos. Esta conversación debe incluir los posibles efectos secundarios que impliquen su fertilidad, función sexual y función vesical. Además, pregunte sobre el nivel de cuidados que pueda necesitar durante el tratamiento y recuperación, ya que los familiares y amigos a menudo juegan un rol importante en el cuidado de una persona con cáncer de próstata.
Además de los efectos secundarios físicos, es posible que también se produzcan efectos psicosociales (emocionales y sociales). Se aconseja a los pacientes y sus familiares que compartan sus sentimientos con un miembro del equipo de atención médica, quien puede ayudar con las estrategias para sobrellevar la enfermedad.
Durante y después del tratamiento, asegúrese de decirle a su equipo de cuidados de la salud acerca de los efectos secundarios que experimente, incluso si siente que no son graves. A veces, los efectos secundarios pueden durar más allá del período de tratamiento, lo que se conoce como un efecto secundario a largo plazo. Un efecto secundario que ocurre meses o años después del tratamiento se conoce como efecto tardío. El tratamiento de ambos tipos de efectos es un aspecto importante de los cuidados para supervivientes.
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Factores de riesgo y prevención
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer. Si bien los factores de riesgo con frecuencia influyen en el desarrollo del cáncer, la mayoría no provoca cáncer de forma directa. Algunas personas con varios factores de riesgo nunca desarrollan cáncer, mientras que otras personas sin factores de riesgo conocidos sí lo hacen. Sin embargo, conocer sus factores de riesgo y hablar con su médico al respecto puede ayudarle a tomar decisiones más informadas sobre el estilo de vida y la atención de la salud.
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de que un hombre desarrolle cáncer de próstata:
Edad
El riesgo de cáncer de próstata aumenta con la edad, especialmente después de los 50 años. Más del 80% de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en hombres de 65 años o más.
Raza/origen étnico
Los hombres de raza negra presentan un mayor riesgo de cáncer de próstata que los de raza blanca. También tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata a una edad más temprana y de tener tumores agresivos, de crecimiento rápido. Se desconocen los motivos exactos de estas diferencias, los cuales pueden estar vinculados con factores socioeconómicos y de otros tipos. Los hombres hispanos tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata y de morir por la enfermedad que los hombres de raza blanca. El cáncer de próstata se produce con más frecuencia en América del Norte y el norte de Europa. También parece que el cáncer de próstata está aumentando entre los asiáticos que viven en áreas urbanizadas, como Hong Kong, Singapur, y ciudades de América del Norte y de Europa, particularmente, entre aquellos que llevan un estilo de vida más occidental.
Antecedentes familiares
l cáncer de próstata con frecuencia se origina cuando uno o más genes en una célula mutan o cambian, lo que provoca que las células se multipliquen en forma descontrolada y se vuelvan cancerosas. Alrededor del 75% de los casos de cáncer de próstata se consideran esporádicos, lo que significa que los cambios genéticos se producen al azar después del nacimiento de una persona. El cáncer de próstata que se hereda en una familia, denominado cáncer de próstata familiar, es menos frecuente: representa alrededor del 20% de los casos y se produce debido a una combinación de genes compartidos y factores ambientales o del estilo de vida compartidos. El cáncer de próstata hereditario, lo que significa que el cáncer se hereda, es raro y representa alrededor del 5% de los casos. El cáncer de próstata hereditario se produce cuando las mutaciones de los genes se transmiten dentro de una familia de una generación a otra. Puede sospecharse la presencia de cáncer de próstata hereditario si los antecedentes familiares de un hombre incluyen alguna de las siguientes características:
- Tres o más parientes en primer grado con cáncer de próstata.
- Cáncer de próstata en tres generaciones del mismo lado de la familia.
- Dos o más parientes cercanos, como un padre, un hermano, un hijo, un abuelo, un tío o un sobrino, del mismo lado de la familia a quienes se les haya diagnosticado cáncer de próstata antes de los 55 años.
Si un hombre tiene un pariente en primer grado, es decir, un padre, un hermano o un hijo, con cáncer de próstata, su riesgo de desarrollar cáncer de próstata es de dos a tres veces mayor que el riesgo promedio. Este riesgo aumenta con la cantidad de parientes con diagnóstico de cáncer de próstata.
El Síndrome de cáncer hereditario de mama y de ovario (HBOC)
El síndrome de cáncer hereditario de mama y de ovario está asociado con mutaciones en los genes BRCA1 y/o BRCA2. La sigla BRCA corresponde a cáncer de maam (Breast Cancer). El HBOC está asociado, con más frecuencia, con un mayor riesgo de cáncer de mama y ovarios en mujeres. Sin embargo, los hombres con HBOC también tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y cáncer de próstata. Se considera que las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 provocan solo un pequeño porcentaje de los casos de cáncer de próstata familiar. Las pruebas genéticas pueden solo ser adecuadas en el caso de las familias con cáncer de próstata que también tengan HBOC.
Otros cambios genéticos
Otros genes que pueden provocar un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata incluyen HPC1, HPC2, HPCX y CAPB. Sin embargo, se ha demostrado que ninguno de ellos provocan cáncer de próstata o son específicos de esta enfermedad. Se encuentran en curso investigaciones para identificar genes asociados con un mayor riesgo de cáncer de próstata, y los investigadores están constantemente obteniendo más información acerca de cómo los cambios genéticos específicos pueden influir en el desarrollo del cáncer de próstata. Actualmente, no hay ninguna prueba genética disponible para determinar específicamente la probabilidad de un hombre de desarrollar cáncer de próstata.
Exposición al agente naranja
El Departamento de Asuntos de Veteranos de los EE. UU. define el cáncer de próstata como una enfermedad asociada con la exposición al agente naranja, una sustancia química usada en la Guerra de Vietnam.
Alimentación
Ningún estudio ha comprobado que la alimentación y la nutrición puedan provocar ni prevenir en forma directa el desarrollo del cáncer de próstata; sin embargo, muchos estudios que examinan los vínculos entre determinadas conductas alimenticias y el cáncer sugieren que puede haber una conexión. Todavía no hay suficiente información para hacer recomendaciones claras acerca del papel que desempeña la alimentación en el cáncer de próstata, y puede que sea necesario hacer cambios en la alimentación muchos años antes en la vida de un hombre para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. La siguiente información alimenticia puede ser útil:
- Una alimentación con alto contenido de grasas, especialmente grasa animal, puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. De hecho, muchos médicos creen que una alimentación con bajo contenido de grasas puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata, además de proporcionar otros beneficios para la salud.
- Una alimentación con alto contenido de verduras, frutas y legumbres, como guisantes y frijoles, puede disminuir el riesgo de cáncer de próstata. Se desconoce cuáles son los nutrientes directamente responsables. El licopeno, que se encuentra en los tomates y otras verduras, puede retrasar o prevenir el crecimiento del cáncer. De cualquier modo, esa alimentación no provoca daños y puede disminuir la presión arterial de una persona y el riesgo de enfermedad cardíaca.
- Actualmente, en estudios clínicos, se ha demostrado en forma concluyente que ninguna vitamina, mineral ni otro suplemento específico previene el cáncer de próstata, y algunos pueden incluso ser perjudiciales para algunos hombres. Los hombres deben hablar con sus médicos antes de tomar cualquier suplemento para prevenir el cáncer de próstata.
Los cambios específicos en la alimentación pueden no detener ni retrasar el desarrollo del cáncer de próstata, y es posible que estos cambios deban comenzar en una etapa temprana de la vida para que tengan algún efecto.
Prevención
Las investigaciones continúan estudiando qué factores provocan este tipo de cáncer y qué pueden hacer los hombres para reducir su riesgo personal. No existe una forma comprobada de prevenir por completo esta enfermedad, pero puede haber medidas que se pueden tomar para reducir su riesgo de cáncer. Hable con su médico si le preocupa su riesgo personal de desarrollar este tipo de cáncer.
Hormonas y quimioprevención
Los niveles altos de testosterona, una hormona sexual masculina, pueden acelerar o provocar el desarrollo del cáncer de próstata. Por ejemplo, es muy poco frecuente que desarrolle cáncer de próstata un hombre cuyo cuerpo ya no produce testosterona. Además, la detención de la producción de testosterona en el cuerpo, denominada terapia de deprivación androgénica, con frecuencia, reduce el tamaño del cáncer de próstata avanzado.
Una clase de fármacos denominada inhibidores de la 5 alfa-reductasa (5-alpha-reductase inhibitor, 5 ARI), que incluye la dutasterida (Avodart) y la finasterida (Proscar), puede reducir el riesgo de un hombre de cáncer de próstata. En estudios clínicos, ambos fármacos han reducido el riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, las investigaciones también han demostrado que algunos hombres que reciben estos fármacos tienen un mayor riesgo de desarrollar un tipo más agresivo de cáncer de próstata que los hombres que no los reciben. Curiosamente, de acuerdo con los resultados del estudio de seguimiento a largo plazo que se publicó en 2013, la misma cantidad de hombres que tomaban finasterida estaban vivos 15 años más tarde, al igual que aquellos que tomaban una sustancia inactiva denominada placebo (78%). Estos resultados sugieren que no hay ninguna disminución del riesgo de muerte para los hombres que toman finasterida. Este tema continúa siendo controvertido, y la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de los EE. UU. no ha aprobado estos fármacos para la prevención del cáncer de próstata.
Detección del cáncer de próstata
La detección del cáncer de próstata se realiza para encontrar evidencia de cáncer en hombres, de otro modo, sanos. Frecuentemente, se usan dos pruebas para detectar el cáncer de próstata: el análisis de sangre del PSA y el examen rectal digital (digital rectal examination, DRE). Un DRE es una prueba en la que el médico introduce un dedo enguantado y lubricado en el recto del hombre, y palpa la superficie de la próstata para detectar cualquier irregularidad.
Existe controversia acerca del uso de la prueba del PSA para la detección del cáncer de próstata en hombres sin síntomas de la enfermedad. Por una parte, la prueba del PSA es útil para detectar cáncer de próstata en etapa inicial, lo cual ayuda a que muchos hombres reciban el tratamiento necesario antes de que el cáncer se disemine. Por otra parte, la detección del PSA encuentra afecciones que no son cáncer, además de los casos de cáncer de próstata de crecimiento lento que nunca amenazarían la vida de un hombre. Debido a esto, la detección del cáncer de próstata puede implicar que algunos hombres deban someterse a cirugía y a otros tratamientos que quizás jamás sean necesarios. Debido a que los tratamientos del cáncer de próstata tienen efectos secundarios significativos, como la impotencia, que es la incapacidad de tener y mantener una erección, y la incontinencia, la incapacidad de controlar el flujo miccional, el tratamiento innecesario del cáncer de próstata puede afectar gravemente la calidad de vida de un hombre. Por este motivo, muchos hombres y sus médicos pueden considerar la vigilancia activa del cáncer, en lugar del tratamiento inmediato.
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los EE. UU. ha llegado a la conclusión de que los potenciales riesgos de la detección del PSA en hombres sanos superan los potenciales beneficios. Tanto la Asociación Urológica Estadounidense como la Sociedad Estadounidense del Cáncer recomiendan que se informe a los hombres de los riesgos y beneficios de las pruebas antes de que se produzca la detección del PSA. La ASCO recomienda que no se realice la detección del PSA en hombres sin síntomas de cáncer de próstata si se espera que vivan menos de 10 años. Para los hombres que se espera que vivan más de 10 años, la ASCO recomienda que hablen con sus médicos para averiguar si la prueba es adecuada para ellos.
No es fácil predecir qué tumores crecerán y se diseminarán rápidamente, y cuáles crecerán lentamente. Cada hombre debe analizar su situación individual y el riesgo de cáncer de próstata con su médico, a fin de trabajar juntos para tomar una decisión.
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